Apuntes Ignacianos #28
Presentación:
Una irradiación maravillosa de la Trinidad sobre nosotros es el don de la comunión entre las personas que fundamenta la comunidad. ¿Cómo reproducir entre nosotros la comunión que une al Padre y al Hijo en un mismo Espíritu de Amor? ¿Cómo vencer en nosotros el individualismo que nos impide el ser con los demás y ser para los demás?
Gustavo Baena estudia la estrecha relación que existe entre Ejercicios Ignacianos y Comunidad. Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, ¿acaso no se refieren solo a la persona que los hace, favoreciendo así, un individualismo? A pesar de lo que pueda creer alguno a partir de un juicio tan superficial como éste, la realidad, afortunadamente, es todo lo contrario como nos lo hace ver claramente este artículo. La conversión personal, para ser verdadera, tiene que dar frutos en la relación con los demás. Tanto la vida de comunidad que enseñan los Evangelios como los presupuestos fundamentales de los Ejercicios llevan al mismo objetivo: vaciarse de sí mismo, «salir de su propio amor, querer e interés» para poder hacer comunidad y vivir en comunión con los demás.