En el silencio y la serenidad del entorno natural de La Ceja, Antioquia, se llevaron a cabo los Ejercicios Espirituales Ignacianos, un espacio profundo de encuentro personal con Dios, vivido por un grupo de ejercitantes y acompañantes con gran entrega y apertura interior.
Durante estos días, los participantes recorrieron el itinerario espiritual propuesto por San Ignacio de Loyola, dejándose guiar por la Palabra, el silencio orante y la escucha del corazón. Fue una experiencia marcada por el discernimiento, la intimidad con Dios y una consolación profunda que se hizo visible al finalizar el retiro.
Agradecemos a quienes acompañaron estos Ejercicios con generosidad y disponibilidad, así como a cada ejercitante que se atrevió a vivir esta aventura interior. Nos alegramos por los frutos sembrados y confiamos en que seguirán dando vida en el día a día.