Del 12 al 20 de abril, el CIRE Ampliado acompañó espacios de recogimiento, oración y renovación interior en distintos lugares de Colombia. Fue una Semana Santa vivida desde el corazón, un tiempo para reconectar con lo esencial, compartir la fe y dejarnos tocar por la fuerza del Espíritu.
A través de la experiencia de los Ejercicios Espirituales, muchas personas se atrevieron a detenerse, entrar en el silencio, orar, discernir… y dejarse mirar por el amor que restaura y da vida nueva. En cada gesto, en cada palabra y en cada silencio habitado, Dios se hizo presente.
Gracias a cada persona que facilitó, acompañó, sirvió y vivió este tiempo de gracia. Que lo sembrado en el alma siga dando fruto en lo cotidiano.
Gracias Señor, por habernos reunido una vez más en torno a tu misterio, por hablarnos con delicadeza, por permanecer fielmente a nuestro lado.