Comunitas Matutina 28 de Julio de 2024

COMUNITAS MATUTINA 28 DE JULIO 2024
DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

“Comieron todo lo que quisieron” 
(Juan 6: 11) 

Lecturas:
1. 2 Reyes 4: 42-44
2. Salmo 144
3. Efesios 4: 1-6
4. Juan 6: 1-15

El domingo anterior, el relato de Marcos nos dejó en la antesala del muy conocido milagro de la multiplicación de los panes y de los peces. En su lugar, la liturgia nos llevará durante los siguientes domingos con el capítulo sexto del evangelio de Juan, el más largo y denso de los 4 evangelios. El autor elabora una teología del seguimiento, una honda reflexión de cómo se vive el camino de Jesús, la configuración de nuestra humanidad con la de él y con su divinidad. Este material, como los demás relatos evangélicos, se elaboró como catequesis destinada a quienes se preparaban para ingresar en la comunidad de seguidores de Jesús. Había un gran entusiasmo por parte de quienes se interesaban en seguir este camino al ver el ánimo y la valentía de los discípulos, esto demandaba “procesos de formación”, como los llamamos hoy; ahí surgen los primeros escritos que constituyen los textos evangélicos. 1

Eran multitudes con hambre y con sed, física, emocional, espiritual, no encontraban satisfacción a esta necesidad esencial ni en el régimen religioso ni en el político de su tiempo, de estas entidades sólo provenían para ellos desatinos y decisiones abiertamente injustas y desobligantes. Profundamente religiosos, descubren en las palabras y en el estilo de este nuevo maestro la posibilidad de un Dios que no es el de los poderosos ni el del orden establecido, su emoción aumenta con la manifestación de este Padre que es de ellos y para ellos, un Dios que se les revela próximo y liberador, respuesta plena a su hambre de sentido. 2 También en nuestro tiempo son muchos los prójimos deseosos de reconocimiento y de satisfacciones profundas para sus requerimientos, la muchedumbre de “descartados” por un sistema inmisericorde y depredador. Qué decir con seriedad humana y evangélica para responder a estos clamores tan legítimos y urgentes? Cómo responder al hambre de sentido y de salvación que experimentan tantos en el mundo? Porque también en los mundos de gentes satisfechas , en medio de gran bienestar material, hay grandes vacíos e iguales clamores de respuestas consistentes a sus inquietudes espirituales y existenciales.

Juan nos habla con frecuencia de pan, el alimento espiritual. 3 “Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos”, 4 como dice el relato de hoy, no es un dato cronológico sino teológico. La gente no sube a Jerusalén, como era su obligación por la ley judía, sino que busca en Jesús la salvación y la liberación que esa institución religiosa no puede darles. No está de más recordar a nuestros lectores que los evangelios se escribieron tiempo después del Jesús histórico, cuando ya las comunidades de seguidores suyos tenían unos fundamentos de fe pascual que testimonian en esos escritos. También vale la pena subrayar que al hablar de “alimento espiritual” no estamos utilizando un lenguaje dualista que desprecia lo material, se trata de la vitalidad plena de Dios que nos alimenta en Jesucristo, que anima nuestra corporalidad-espiritualidad.

El dinero había desplazado a Dios del templo. Utilizado por el sistema opresor, es el causante de la injusticia y de las ambiciones que alienan al ser humano y lo alejan de su esencia trascendente. Comprar pan es un bien necesario para la vida, a cambio de dinero, inventado este para dominar y crear inequidad. El vendedor dispone del alimento, lo cede sólo bajo ciertas condiciones que él decide. La calidad de vida – lamentablemente – no está al alcance de todos, sino mediatizada por el poder. Penosa condición de todos los tiempos de la historia, pero Jesús no acepta esta mentalidad ni las estructuras que le dan soporte, quiere saber si sus discípulos la aceptan; el discípulo Felipe no ve solución, no tiene capacidad mental para captar el fondo del problema: “Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él tanta gente, preguntó a Felipe: dónde nos procuraremos panes para que coman estos? Se lo decía para probarle, porque ya sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno coma un poco”. 5 Somos como Felipe, cicateros, de mente estrecha, de tacañería moralista? 6

En cambio, Andrés muestra una solución diferente; habla de los panes y de los peces como algo de lo que se puede disponer, su mente sí está mediada por la gratuidad: “Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero, qué es eso para tantos? Replicó Jesús: hagan que se recueste la gente. La gente se recostó eran unos cinco mil”. 7 El jovencito que tiene los alimentos representa al insignificante grupo de los discípulos, es un pequeño , humilde, desposeído de importancia social y religiosa en aquel contexto, pero no retiene, no acumula, dispone su alimento para que todos coman. Somos como Andrés, como este jovencito? Cómo están nuestros niveles de generosidad? 8

Jesús quiere que todos se sientan personas íntegras, con su propia responsabilidad, la madurez de su autonomía , no quiere servidumbres. También tiene todo el peso significativo el hecho de no estar realizando este signo ni en el templo ni en la sinagoga, Dios no acontece en los límites de una institución religiosa como la judía, sino en el mismo Jesús, en la humanidad, en su realidad, en su historia, en su existencia cotidiana: “Tomó Jesús entonces los panes y, después de dar gracias, los repartió entre todos los que estaban recostados, y lo mismo los peces. Comieron todo lo que quisieron. Cuando se saciaron dijo a sus discípulos: recojan los trozos sobrantes para que nada se pierda”. 9 La acción de gracias expresa la conexión con el ámbito de la divinidad, de donde proceden los dones de la vida, la gracia que confiere bienaventuranza, el alimento es regalo de Dios a todos, nadie lo puede acaparar para provecho propio, es la mesa servida para todos . Los sobrantes no tienen sentido de resto sino de sobreabundancia, los trozos que sobran de la comunión eucarística no se pueden desechar porque la comunidad cristiana debe continuar con la obra de la entrega y del compartir. La alusión eucarística es clarísima, la mesa sacramental de comunión con el Señor Jesús en el centro es altamente reveladora del misterio del reino de Dios y su justicia, mesa servida en igualdad de condiciones para todos, vida de Dios que se nos inyecta en el sacramento, memorial de su pascua, fraternidad, Iglesia que visibiliza al Señor en la historia de la humanidad. 10

El capítulo cuarto del segundo libro de los Reyes, del que proviene la primera lectura de hoy, refiere la actividad del profeta Eliseo: socorre a una viuda, su ministerio de auxilio con la mujer sunamita y con su hijo, la liberación de una olla envenenada, y también una multiplicación de panes, a propósito del obsequio de panes y grano fresco que un hombre le ofrece como muestra de gratitud: “Eliseo dijo: dáselo a la gente y que coman. Su servidor replicó: cómo voy a ofrecer esto a cien hombres? El dijo : dáselo a le gente y que coman, porque esto dice Yahvé: comerán y sobrará. Lo puso ante ellos, que comieron y dejaron todavía sobras, conforme a la palabra de Yahvé”. 11 Esta es la actitud que subyace en el gesto de Jesús, el profetismo bíblico anticipa estas realidades de abundancia, de justicia, de Dios que se da a todos ilimitadamente. Es la gran señal de los tiempos mesiánicos.

Consumismo, carrerismo social, comodidad sin solidaridad, competencia individualista, vida fácil, indicadores sociales de aceptación, poder, siguen siendo ídolos que alienan al ser humano y lo desentienden del prójimo. Practicamos la religión sólo para ganarnos unos favores individuales de Dios? Lo usamos para nuestros intereses? Volvemos la relación con Dios un ritual sin fuerza profética, sin panes y sin peces para compartir? La mesa común sacramental es para nosotros una exigencia densa de ética evangélica o se nos queda en un rito de satisfacción individual? El cristianismo es la religión del totalmente Otro, Dios, que se nos vuelve realidad existencial, histórica, próxima, en los totalmente otros, que son los prójimos, los seres humanos concretos.

A raíz de divisiones y pugnas que se daban en la comunidad cristiana de Efeso, envidias, recelos, Pablo los exhorta a la unidad, consecuencia de lo que venimos reflexionando en este domingo, no una unidad de pacifismo ingenuo sino una efectiva y afectiva projimidad fundamentada en el Señor: “Los exhorto, pues, yo, prisionero por el Señor, a que vivan de una manera digna de la llamada que han recibido: con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándose unos a otros por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Pues uno solo es el cuerpo y uno solo el Espíritu, como una es la esperanza a la que han sido llamados”. 12 Tener a los otros en más estima que a uno mismo, apostarlo todo por la felicidad de los demás, la negación de los protagonismos egoístas, son las grandes oportunidades para la comunión, para la mesa que se sirve para todos, señal de que se acoge el don ilimitado de Dios, los panes y los peces que desbordan generosamente y construyen comunidad y participación en el Señor. Se estima que en este momento de la historia unos 850 millones de personas padecen hambre total, 2.300 millones viven en estado de inseguridad alimentaria, 3.100 millones de seres humanos no pueden permitirse una dieta balanceada, 45 millones de niños sufren de altísima desnutrición, 149 millones de niños padecen serias deficiencias en su crecimiento por causa de la mala alimentación, se prevé que hacia 2030 (dentro de seis años apenas) unos 700 millones de prójimos padecerán hambre en grado máximo. Estas son “apenas” unas cifras de la situación alimentaria en el mundo, que van acompañadas de las carencias propias de la pobreza y de la miseria en materia de salud, educación, vivienda, equilibrio emocional , sentido de la vida. 13 Qué nos dice de esto la mesa compartida del Señor Jesús?

Antonio José Sarmiento Nova, SJ

BIBLIOGRAFÍA

1 MOITEL, Pierre. Relatos del Evangelio. Aprendiendo a leer. Verbo Divino. Estella, 1997. CASCIARO, José María. El acceso a Jesús y la historicidad de los evangelios. En Scripta Theologica volumen 12, número 3; páginas 907-941. Universidad de Navarra. Pamplona, 1980. GUIJARRO PORTO, Santiago. Los cuatro evangelios. Sígueme. Salamanca, 2016. TRENCHARD, Ernesto. Introducción a los cuatro evangelios. Portavoz & Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos. Gran Rapids, 2007. ORTIZ VALDIVIESO, Pedro. Introducción a los Evangelios. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2003. RICHARD, Pablo. El Jesús histórico y los cuatro evangelios. En Theologica Xaveriana número 149; páginas 179-196. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2004. SEGUNDO, Juan Luis. La historia perdida y recuperada de Jesús de Nazaret. Sal Terrae. Santander, 1991. 

2 AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. Jesús anuncia el reino y nos revela un Dios Padre entrañable y misericordioso. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 8 de noviembre de 2011. MORAGA ESQUIVEL, José M. El misterio del Dios de Jesucristo. Breve ensayo trinitario. En Veritas volumen 1, número 14; páginas 159-182. Pontificio Seminario Mayor San Rafael. Valparaíso, marzo 2006. DANIELOU, Jean. Dios y nosotros. Cristiandad. Madrid, 2003. KASPER, Walter. El Dios de Jesucristo. Sígueme. Salamanca, 2004. NAVARRO, Mercedes. El Jesús feliz de un Dios feliz. Fundación Santa María. Madrid, 2003. KASPER, Walter. Padre Nuestro. La revolución de Jesús. Sal Terrae. Santander, 2019. ECHEGARAY, Hugo. La práctica de Jesús. Centro de Estudios y Publicaciones CEP. Lima, 1986.

3 LONDOÑO, Juan Esteban. El pan del misterio: interpretación socio-retórica de Juan 6. En Perseitas volumen 5 número 1 ; páginas 148-166. Universidad Católica Luis Amigó. Medellín, 2016. ARQUIDIOCESIS DE DENVER. Juan 6. En https://www.archden.org/wp-content/uploads/2023/07/John-6-booklet_ESP_v2.pdf ARRUPE, Pedro. Hambre de pan y de evangelio. Sal Terrae. Santander, 1988. CONCILIUM REVISTA INTERNACIONAL DE TEOLOGÍA. Hambre, pan y eucaristía. Número monográfico 310. Verbo Divino. Estella, abril 2005. LEON DÍAZ, Ernesto. Eucaristía, banquete de resiliencia, el pan para la adversidad, Trabajo de grado para optar al título de doctor en teología. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2021.

4 Juan 6: 4 

5 Juan 6:5-7

6 PIKAZA, Xabier. Dios o el dinero. Sal Terrae. Santander, 2019.

7 Juan 6:8-9.

8 CAUM, Nuriam. La gratuidad, paso por la contradicción, como acceso a Dios. En Estudios Eclesiásticos volumen LXXXI, número 318. Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, 2006. VAZQUEZ ALVAREZ, Jesús. La gratuidad como una forma de hablar del Dios de Jesús. Trabajo de grado para obtener el título de profesional en teología. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2014. LOPEZ GUZMAN, Dolores. La desnudez de Dios. Sal Terrae. Santander, 2007. RUIZ LOZANO, Pablo. Todo es gracia: gratuidad en tiempos postmodernos. En Proyección LVII, páginas 175-199. Universidad Loyola de Andalucía. Granada, 2010. AGRESTI, G. Elogio de la gratuidad. Narcea. Madrid, 1983. OSUNA GIL, Javier. Gratuidad y experiencia de Dios. En GARCÍA LOMAS, Juan Manuel. Ejercicios Espirituales y mundo de hoy. Mensajero. Sal Terrae. Bilbao, Santander, 1991. VILLARROEL, C. Vivencias de gratuidad. Edibesa. Madrid, 2002. SANGUINETTI MONTERO, Alberto. Don y gratuidad en Dios y en el hombre. En SOCIEDAD ARGENTINA DE TEOLOGÍA. Gratuidad, justicia y reciprocidad. Dimensiones de una teología del don. XXIII Semana Argentina de Teología. San Benito. Buenos Aires, 2004; páginas 91-119.  

9 Juan 6: 11-12

10 MO SUNG, Jung. La Eucaristía, memorial o rito sagrado? En https://www.seleccionesdeteologia.net/assets/pdf/192_08.pdf GESTEIRA GARZA, Manuel. La Eucaristía, misterio de comunión. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1983. PAPA PABLO VI. Carta Encíclica Mysterium Fidei sobre la doctrina y culto de la sagrada eucaristía. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1965. BOTELLA CUBELLS, Vicente. El sacramento de la eucaristía, evolución histórica. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 13 de octubre de 2015. TORRES QUEIRUGA, Andrés. La eucaristía, encuentro vivo con el Señor. En Horizonte volumen 6 número 12; páginas 21-40. Facultad Jesuita de Filosofía y Teología. Belo Horizonte, junio 2008. AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. La mesa compartida. Sal Terrae. Santander, 1994. PIKAZA, Xabier. Fiesta del pan, fiesta del vino. Mesa común y eucaristía. Verbo Divino. Estella,

11 2 Reyes 4: 42-44 

12 Efesios 4: 1-4

13 GLOBAL HUNDER INDEX. El hambre y los sistemas alimentarios en situaciones de conflicto. Ayuda en Acción. Madrid, 2015. PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS. El hambre y los mercados. PMA. Londres, 2009. FAO; FIDA; UNICEF; OMS; PMA. La seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022. Food and Agriculture Organization. Roma, 2022. 

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