Cerramos esta visión breve del estudio de la revelación en el Nuevo Testamento, distinguiendo entre tradición propiamente dicha y las fórmulas que transmiten, entre los textos más extensos que recogen las fórmulas primitivas y las ampliaciones que las comentan, como las cartas de Pablo y los evangelios sinópticos. 

De aquí se sigue, entonces, que fundamentalmente la tradición, como revelación de Dios es la realidad misma del resucitado que vive y se experimenta en la comunidad. 

Así pues, las fórmulas de fe y el kerigma son transmisores de esa tradición y los escritos que las comentan y amplían en verdaderas configuraciones teológicas, también transmiten esa tradición, la promueven y la proclaman como anuncio de la Iglesia primitiva, anuncio que continúa en la predicación posterior de la Iglesia a todo lo largo de la existencia del cristianismo en la historia hasta nuestros días. 

FENOMENOLOGÍA DE LA REVELACIÓN. Teología de la Biblia y hermenéutica. Gustavo Baena, Verbo Divino, 2011, p. 31

P. José Raúl Arbeláez S.J. – Equipo CIRE Ampliado

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