[…] Padre Anselm, en el verano de 2009 usted tuvo la amabilidad de admitirme por una temporada en Müsterschwarzach para compartir la vida con los monjes. […] Recuerdo el enorme contraste que sentí en un primer momento entre la vida de su comunidad y mi propio estilo de vida cuando debí levantarme antes de las cinco de la mañana, orar cinco veces al día y compartir la mesa en silencio tres veces al día.

Antes de adaptarme a este ritmo y encontrarme conmigo mismo me sentía agotado. […] Agradezco mi permanencia en el monasterio pues me permitió reflexionar y ocuparme de los grandes temas existenciales que a menudo eludimos en nuestras vidas: la libertad, la muerte, la soledad y el sentido de la vida. […] Un aspecto que solemos olvidar cuando estamos inmersos en nuestra agitada vida urbana es lo que podría llamarse el arte de vivir. En el monasterio redescubrimos lo que significa comer bien y registrar los sabores de los alimentos, seguramente debido en parte al voto de silencio en la mesa.

[…] En una época en que todos tienen prisa y también yo la tengo a diario, no es fácil descubrir lo que es el arte de vivir. En la atmósfera del jardín del claustro descubrí, entre otras cosas, que a veces debo calmarme para percibir a fondo el ritmo de mi vida. Si se aprende a apreciar las pequeñas alegrías desaparece la incertidumbre con respecto a la vida. […] Tengo la impresión de que lo que usted, padre Anselm, y su comunidad pueden ofrecerme a mí y a muchos otros es de vital importancia para nuestro mundo.

Si nosotros estamos rotos, no podremos reparar un mudo roto. Sin componentes sostenibles no puede haber redes sostenibles. Pertenecemos a los componentes significativos del sistema ecológico superior y nuestros propios elementos esenciales constitutivos -alma, corazón y, sobre todo, espíritu- deben estar sanos, para que nuestro mundo pueda sanar en forma sostenible. De ahí que considero que su trabajo no es sólo complementario respecto del mío, sino indispensable para el mío.  DIOS, EL DINERO Y LA CONSCIENCIA. Diálogo entre un monje y un empresario, Anselm Grün – Jochen Zeitz, San Pablo, 2012, p. 21-22

*Jochen Zeitz es un hombre de negocios que se desempeña como presidente, director ejecutivo y presidente de la junta directiva de Harley-Davidson, Inc. También es presidente de LiveWire Inc. Antes de eso, se desempeñó como presidente y director ejecutivo de Puma durante 18 años.

P. José Raúl Arbeláez SJ – Equipo CIRE Ampliado

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *