[…] El ser humano no es solo su cerebro, sino su cerebro y su propio cuerpo, del que constantemente se retroalimenta para poder funcionar adecuadamente. La actividad de casi todos los órganos del cuerpo genera sustancias químicas que tras cruzar la barrera hematoencefálica entran en el cerebro y modulan su propia actividad, particularmente en lo que se refiere a las emociones, dando una impronta nueva que nos lleva a poder entender más en raíz las grandes variaciones de la conducta humana a lo largo del tiempo.

[…] Pero no solo eso. […] Todo lo que hacemos en este mundo puede hacer cambiar el funcionamiento de nuestros propios genes y con ello el funcionamiento de nuestro cerebro y nuestro cuerpo. […] Esos cambios pueden ser heredados por nuestros hijos, y en consecuencia ya, de alguna manera, predeterminar el funcionamiento de sus propios cerebros.

[…] Todo ello justifica, creo que de manera importante, la necesidad de conocer cada vez más y mejor el funcionamiento del cerebro humano, y no solo desde la perspectiva de la investigación científica o académica, sino de toda aquella persona que quiera hacerse responsable de su propia vida en un contexto social. ¿CÓMO FUNCIONA EL CEREBRO?, Francisco Mora, Alianza Editorial, 2014, p. II-III

P. José Raúl Arbeláez SJ – Equipo CIRE Ampliado

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