Hablemos de la felicidad

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P. José Raúl Arbeláez, SJ

La verdadera alegría y felicidad son valiosas. Si no sobrevivimos, no podemos lograr alegría y felicidad. Es difícil tratar de sobrevivir en una sociedad caótica, deshonesta y que por lo general es inmoral. Cualquier persona o grupo trata de obtener de la vida tanto placer como le sea posible y de estar tan libre de dolor como le sea posible. 

Tu propia supervivencia puede estar amenazada por las malas acciones de quienes te rodean. Tu propia felicidad puede volverse tragedia y pesar a causa de la deshonestidad y mala conducta de otros. Estoy seguro de que puedes recordar ejemplos en que esto realmente sucedió. 

Tales injusticias reducen tu supervivencia y dañan tu felicidad. Eres importante para otras personas. Te escuchan. Puedes influir en otros. La felicidad o infelicidad de otras personas a quienes podrías nombrar es importante para ti. […] 

Aunque nadie puede garantizar que otra persona pueda ser feliz, se pueden mejorar sus posibilidades de supervivencia y felicidad. Y al mejorarse las de ellos, también las tuyas se mejorarán. Tienes el poder de señalar el camino a una vida menos peligrosa y más feliz. EL CAMINO A LA FELICIDAD, L. Ronald Hubbard, Fundación Camino a la Felicidad Colombia, 1986, p. 5

P. José Raúl Arbeláez SJ. – Equipo CIRE Ampliado

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